domingo, 26 de enero de 2014

LA FRASE DE LA SEMANA

AQUÍ ESTA LA FRASE CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA
PARA VER EL EVANGELIO COMPLETO CLIK AQUÍ: Mt 4, 12-23
SALUDOS


Síganme y yo los haré pescadores de hombres

Domingo III del Tiempo Ordinario – Ciclo A (Mateo 4, 12-23) 26 de enero de 2014



Al enterarse de que Juan el Bautista había sido encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea, pero no se quedó a vivir en Nazaret, donde se había criado, sino que se fue a la ciudad de Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. “Desde entonces, Jesús comenzó a proclamar: ‘Vuélvanse a Dios, porque el reino de Dios está cerca”. Fue allí en esta pequeña población de pescadores, donde Jesús comenzó a formar una pequeña comunidad que viviera ya la realidad del reino que él anunciaba. El evangelio que nos propone hoy la liturgia nos habla del llamamiento que recibieron los primeros cuatro discípulos. Eran pescadores que pasaban su tiempo ocupados en las labores propias de su profesión. Simón Pedro, Andrés, Santiago y Juan dejaron las redes, sus familias y todo lo que tenían, para seguir al Señor.

Hace algunos meses me pidieron algunas orientaciones para formar una comunidad cristiana. Les sugerí que las reuniones deberían tener estos cuatro momentos:

1. Un momento para compartir la VIDA: Momento para compartir la vida de cada uno en algún aspecto. Esto se puede hacer con base en una pregunta que puede estar orientada de muchas maneras. También podría organizarse algún tipo de dinámica que ayude a conocerse más, a conversar sobre lo que les llama la atención, lo que les gusta, lo que vive cada uno, etc. Algunas preguntas que se me ocurren en este momento, una para cada reunión, podrían ser las siguientes: ¿Qué buscamos cuando venimos a construir una comunidad cristiana? ¿Cuál es mi historia de vida? ¿Qué etapas ha tenido mi vida, mi relación con Dios, mi desarrollo profesional, etc.? ¿Qué es lo que más nos ha impresionado en nuestro vida familiar en este último tiempo? ¿Qué es lo que más nos ha impresionado a nivel social y político en este último tiempo? ¿Qué es lo que más nos ha impresionado con respecto a nuestra actividad laboral en este último tiempo? ¿Cuáles son mis sueños para el futuro, a nivel familiar, grupal, laboral, social, político? Esto es una pequeña muestra. La idea es generar un momento de compartir sobre la VIDA, que sería el elemento inicial de cualquier comunicación y construcción comunitaria.

2. Un momento para escucha la PALABRA DE DIOS: Podrían ir leyendo en cada reunión, una parte del libro de los Hechos de los Apóstoles; en él, san Lucas, cuenta cómo fue que los primeros cristianos hicieron para construir una comunidad fraterna alrededor de la fe en Jesús. No conozco otro método más apropiado para aprender a construir una comunidad cristiana. Podrían comenzar por leer juntos una pequeña introducción al libro de los Hechos de los Apóstoles. Esta introducción se puede encontrar al comienzo del libro y suele ser escrita por un especialista que habla de la manera como se escribió el libro, su autor, su organización interna, etc. Debe ser pequeña y no muy complicada. Las ediciones corrientes de la Biblia traen una pequeña introducción. Las biblias de estudio tienen introducciones más complejas y largas. Puede escogerse mejor una pequeña para no hacer aburrido el rato. Luego pueden ir leyendo, en cada reunión, un capítulo o una pequeña parte y comentarla entre todos. ¿Qué nos enseña? ¿Cómo ilumina este texto lo que hemos compartido sobre nuestras vidas? ¿A qué nos invita este texto? etc.

3. Un momento para CELEBRAR LA FE EN COMUNIDAD. Este momento sería un momento de oración, de pedir por nuestras necesidades, de dar gracias, etc. Se puede tomar una oración que uno conozca y repetirla juntos. Se puede invitar a que cada uno ore en voz alta o se puede dirigir un momento de oración personal. Si alguna vez los puede acompañar un sacerdote, podrían tener la celebración de la eucaristía. Pero lo fundamental es tener un momento de oración compartida, que puede hacerse de muchas maneras...

4. Un momento para COMPARTIR fraternalmente. Este momento sería para compartir un trozo de panqué y una gaseosa. Durante este último momento se puede tener también un rato de esparcimiento sano, organizar algún juego, alguna dinámica, un momento para departir informalmente un rato.

Algunas sugerencias adicionales:

A. Cada momento de la reunión lo puede preparar una persona o una pareja distinta cada vez; con esto se promueve la participación de todos y se invita a la creatividad.

B. Cada momento debe ser como una minifalda... Lo suficientemente corto para llamar la atención, pero lo suficientemente largo para cubrir el tema fundamental... No deberían ser momentos muy largos; una buena medida podría ser media hora cada momento; a lo mejor el momento de oración puede ser más breve y el del compartir la Palabra un poco más largo... Pero la reunión no debería pasar de dos horas.

C. Es muy importante ser muy puntuales para empezar y para terminar, de manera que la gente sepa bien cómo se va a manejar el tiempo. Si la gente se quiere quedar un rato más después de terminar, lo puede hacer, pero dar por terminada la reunión en un momento dado.

D. Sería bueno tener durante toda la reunión una velita o un cirio encendido en medio de la comunidad, representando a Cristo resucitado. Y también tener una Biblia colocada en un lugar especial, también como símbolo de la presencia del Señor en medio de la comunidad. A esto se pueden añadir flores, algún otro símbolo, dependiendo del tema que vayan a tratar, etc.

Seguramente, en el proceso, irán saliendo tareas y misiones, porque no hay ninguna comunidad que se reúna alrededor de la memoria de Jesús, que no se sienta, en un momento dado, lanzada a cumplir una misión en medio de la Iglesia y del mundo; por eso, habrá que estar atento para orientar y dirigir esa misión de modo que sea sencilla, realizable, práctica y no complicada, ideal, abstracta...

Hoy, la Iglesia también se tiene que formar a partir de pequeñas comunidades en las que se pueda compartir la vida de cada uno de sus miembros. Sólo así podremos decir que el reino de Dios ya está cerca.


Un saludo cordial.
 
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.
Decano Académico
Facultad de Teología
Pontificia Universidad Javeriana

domingo, 19 de enero de 2014

... soy testigo de que es el Hijo de Dios

Domingo II del Tiempo Ordinario – Ciclo A (Juan 1, 29-34) 19 de enero de 2014

En una vieja historia se habla de una vendedora de manzanas. La buena mujer acudía cada mañana al mercado a vender su mercancía. Pero pasadas las horas apenas lograba vender algún kilo. Con el paso del tiempo el poco éxito de sus ventas hizo que la mujer se fuera desanimando. Una mañana se acercó un joven a su puesto. Al verla triste y desanimada le preguntó qué le pasaba. “Ya ves –respondió la mujer– cada mañana acudo a este mercado a vender mis manzanas pero cuando la tarde cae apenas he logrado vender algún kilo. Mis manzanas no deben ser buenas”.

De repente y sin que nadie se lo pidiera el joven comenzó a gritar: “Compren, compren las mejores manzanas de la huerta. Recién recogidas para llevarlas a su mesa... compren”. Al sonido de los gritos se fueron formando corros de personas alrededor de la vendedora y muchas personas pedían ansiosamente algunos kilos de manzanas. Al cabo de pocas horas la mujer había vendido toda su mercancía. “¿Cómo lo has hecho?” –preguntó la mujer– “Durante muchas semanas he acudido a este mercado y no he logrado vender mi mercancía y tú en solo un par de horas has logrado vender más de lo que yo he vendido a lo largo de todo ese tiempo”. “Ha sido muy fácil” –respondió el joven– tus manzanas eran muy buenas, pero ni tu ni ellos lo sabían. Alguien tenía que decírselo.

Cuando Juan el Bautista vio a Jesús que se acercaba a él, dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! A él me refería yo cuando dije: ‘Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existía antes que yo’. Yo mismo no sabía quién era; pero he venido bautizando con agua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca. Juan también declaró: “He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma y reposar sobre él. Yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo’. Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios”.

Cuando hemos experimentado la salvación que nos trae el encuentro con Jesús, sentimos la imperiosa necesidad de anunciarlo a los demás. Tenemos la obligación de contarle a otros lo que hemos experimentado en carne propia. Evidentemente, esto tenemos que hacerlo con nuestro testimonio de vida, pero también con nuestras palabras. Callarnos y no compartir con las personas que nos rodean esta riqueza, es contradictorio. Muchas personas esperan de nosotros un anuncio explícito, y no sólo una presencia testimonial. Como las manzanas, la noticia que tenemos es muy buena, pero alguien tiene que decirlo. ¡Adelante! Seguro que hay muchas personas que están esperando.



Un saludo cordial.

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.
Decano Académico
Facultad de Teología
Pontificia Universidad Javeriana

LA FRASE DE LA SEMANA

AQUÍ ESTA LA FRASE CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DO HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA:

PARA VER EL EVANGELIO COMPLETO CLIK AQUÍ: Jn. 1, 29-34
SALUDOS.

Cultura de la Hospitalidad




EL DÍA DE HOY LA COMPAÑÍA DE JESÚS Y SUS OBRAS AFINES INICIAN EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE UNA CAMPAÑA A FAVOR DE UNA CULTURA DE LA HOSPITALIDAD

Domingo, 19 de enero de 2014

     Con motivo de la Jornada Mundial del emigrado(a) y refugiado(a) que la Iglesia Católica celebra el día de hoy, el Papa Francisco ha elaborado un mensaje en el que resalta que “la llegada de emigrantes, de prófugos, de los que piden asilo o de refugiados, suscita en las poblaciones locales con frecuencia sospechas y hostilidad. Nace el miedo de que se produzcan convulsiones en la paz social, que se corra el riesgo de perder la identidad o cultura, que se alimente la competencia en el mercado laboral o, incluso, que se introduzcan nuevos factores de criminalidad.” Por ello le parece necesario promover “un cambio de actitud hacia los inmigrantes y los refugiados, pasar de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación – que, al final, corresponde a la “cultura del rechazo” – a una actitud que ponga como fundamento la “cultura del encuentro”, – la cultura de la hospitalidad – la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor”.
     Atendiendo esta invitación, la Conferencia de Provinciales de la Compañía de Jesús en América Latina (CPAL) decidió apoyar la campaña internacional para promover una cultura de la hospitalidad en nuestro continente, que la Red Jesuita con Migrantes de América Latina y el Caribe (RJM-LAC), la Federación Internacional de Fe y Alegría (FIFyA), la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) y la Federación Latinoamericana y del Caribe de Colegios Jesuitas e Ignacianos (FLACSI) han decidido iniciar el día de hoy.
     Con esta campaña, las redes mencionadas pretenden fomentar la experiencia de la hospitalidad como una actitud y práctica fundamental en las sociedades contemporáneas. Desean motivar a todas las personas e instituciones de buena voluntad a acoger humana y fraternalmente no sólo al vecino, al amigo, al pariente, sino también al extraño, al lejano, al transmigrante, al inmigrante, al deportado, al desplazado interno, al refugiado, ya sean hombres o mujeres. Hacen un llamado a fortalecer y desarrollar lo mejor de las tradiciones y expresiones culturales de nuestros pueblos, la dimensión de la vida y la religiosidad de todo ser humano que nos mueven a la acogida del otro(a) y a su integración en la sociedad en condiciones de justicia y equidad. Nos invitan a recuperar estas actitudes básicas donde hayan sido sustituidas por el miedo, la desconfianza o el interés exclusivo por "mi seguridad” particular.
     La iniciativa, además de ser profundamente evangélica (Mt. 25, 31-45), está orientada a promover actitudes personales y acciones colectivas de hospitalidad como formas tangibles de resistencia a la primacía de un estilo de vida centrado en el bienestar personal, en la conquista del logro particular y en el aislamiento individualista que nos llevan a la desconfianza hacia quienes consideramos "forasteros".
     La campaña reprueba el ambiente hostil que cada vez más impera en nuestras relaciones sociales. En particular condena la discriminación, el mal trato, los secuestros, la explotación, los abusos y las violaciones a los derechos humanos que padecen las personas latinoamericanas y caribeñas migrantes, desplazadas, refugiadas y retornadas en sus países de origen, tránsito y destino. A la luz de nuestro contexto social actual, la campaña destaca y denuncia la aberrante sentencia recientemente adoptada por el Tribunal Constitucional de República Dominicana que ordenó la desnacionalización retroactiva de más de cuatro generaciones de ciudadanas y ciudadanos dominicanos por ser hijos(as) de migrantes en situación irregular; la creciente violencia que obliga a tantas personas centroamericanas y mexicanas a dejar su tierra y las atormenta durante todo su recorrido por México y EE UU, que es una de las
"Fui extranjero y me acogiste" (Mt 25, 35)
Por una cultura de la hospitalidad
en Latinoamérica y el Caribe
trayectorias más peligrosas del mundo; la discriminación que padecen la mayoría de las y los emigrantes haitianos en situación irregular incrementada por la falta de protección del Estado haitiano a sus conciudadanos(as); la persistencia de acciones armadas en Colombia entre potencias tradicionales y otras emergentes que buscan el control de los territorios por intereses políticos y económicos, generando uno de los flujos de desplazados internos y refugiados más numerosos en el mundo, con un saldo de más de cuatrocientas mil personas con necesidad de protección en sus países vecinos.
El objetivo de la campaña es contribuir a la construcción de una ciudadanía y de una política pública inclusiva, hospitalaria, solidaria y tolerante sobre todo hacia las personas migrantes, desplazadas internas, refugiadas y deportadas y hacia las diversidades culturales en América Latina y el Caribe. Se prevé que la campaña dure este año, aunque es posible que se extienda durante el próximo. Se desarrollará a través de las siguientes estrategias:
1. Sensibilización y movilización interna: en primer lugar la campaña pretende fomentar “la hospitalidad en casa", es decir entre las obras educativas, pastorales, sociales de la Compañía de Jesús, de FIFyA, de CVX y nuestras propias comunidades religiosas. Todas están llamadas a involucrarse activamente no sólo mediante la promoción de la campaña, sino también mediante la adopción de experiencias concretas de acogida, colaboración y hospitalidad hacia las personas migrantes, refugiadas y desplazadas.
2. Ampliación de los promotores: la campaña no se concibe como una iniciativa exclusiva de las redes que por ahora la promueven, desea promover una gestión más amplia que incorpore, como sujetos de su propia historia, a las mismas personas migrantes y refugiadas y sus organizaciones y también a otras redes e instituciones civiles.
3. Sensibilización y movilización social: gracias a la articulación entre las obras, las redes, los sujetos sociales y sus iniciativas, la campaña espera generar regionalmente un mensaje común, una sensibilización colectiva, una movilización concertada, con múltiples y variados desarrollos nacionales. La campaña se propone ofrecer algunas iniciativas y materiales a todas las obras involucradas en América Latina y el Caribe para que en cada país se adapten a su contexto y se desarrollen, cuanto más mejor, de acuerdo a sus posibilidades. Además se procurará que las obras, instituciones y/o comunidades locales organicen sus propias iniciativas y con ellas aporten, desde su propia realidad y contexto, a la construcción global.
Como inicio de la campaña, las obras y comunidades involucradas han acordado tener el día de hoy o mañana, lunes 20 de enero, una Eucaristía con la intención de invocar la ayuda de Dios para poder escuchar el clamor de las personas empobrecidas y excluidas y asumir una actitud hospitalaria que se refleje en acciones concretas como las del buen samaritano (Lc. 10, 25-37).
Me ha parecido importante informar de todo esto a la opinión pública para invitar a todas las personas e instituciones interesadas a que se vayan sumando a esta campaña y descubran – como lo expresó el Papa Francisco en el Centro Astalli el pasado 10 de septiembre - que la persona migrante, refugiada, desplazada o retornada “trae una riqueza humana y religiosa, una riqueza para acogerla, y no para temerla... que nos ha de ayudar a demostrar que con la acogida y la hermandad se puede abrir una ventana en el futuro; más de una ventana, diría una puerta. ¡Más aún, se puede tener un futuro!”
Jorge Cela sj


Para descargar los materiales de la Campaña de Hospitalidad: haz click aquí.




domingo, 12 de enero de 2014

LA FRASE DE LA SEMANA

AQUÍ ESTA LA FRASE CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA


PARA VER EL EVANGELIO COMPLETO CLIC AQUÍ: Mt 3, 13-17
SALUDOS

Jesús fue de Galilea al río Jordán, donde estaba Juan (...)

El Bautismo del Señor – Ciclo A (Mateo 3, 13-17) 12 de enero de 2014


Después de haber pasado treinta años de su vida en el anonimato de Nazaret, dedicado a los trabajos ordinarios y sencillos de una vida campesina, Jesús decidió un día, dejar atrás sus pequeñas seguridades y ponerse en camino hacia el sur, junto al río Jordán, donde Juan estaba bautizando. Se despidió de los suyos y se lanzó a una aventura de la cual no regresaría más. Tomó una decisión que resultó ser trascendental para su vida y para la nuestra. Por eso, vale la pena preguntarse ¿Qué fue lo que llevó a Jesús a tomar esta decisión? ¿Qué esperaba encontrar con el bautismo de Juan? ¿Cuáles fueron los sentimientos que lo acompañaron durante este recorrido de más de cien kilómetros desde Nazaret hasta el lugar donde recibió su bautismo? ¿Fue un viaje solitario o lo hizo en compañía de algunos amigos y amigas que también buscaban lo mismo?

Seguramente a Nazaret llegaron las noticias de lo que Juan el Bautista estaba haciendo en un recodo del río Jordán, cerca de Betabara: Invitaba a los pecadores a cambiar de vida, a preparar los caminos del Señor. La llegada del Mesías era algo que todos los israelitas habían esperado con impaciencia durante muchos años. Todos esperaban al Ungido de Dios que liberaría a Israel de la dominación romana y les devolvería la libertad. Haría de ellos una gran nación. Los guiaría en la construcción de una sociedad que fuera sólo de Dios. Muchos de los estudiosos de la Biblia se preguntan si Jesús tenía en este momento de su vida una conciencia plena de su misión, o si la fue descubriendo poco a poco, a través de los mismos acontecimientos históricos que siguieron, a partir de esta decisión.

Todos nosotros, en un momento u otro de nuestra vida, sentimos la llamada a reorientar nuestro camino. Tuvimos que tomar la decisión de dejar atrás los espacios y las personas conocidas que formaban nuestro entorno vital. Dirigimos nuestros pasos hacia rumbos desconocidos, sobre los cuales no estábamos totalmente seguros. Nos aventuramos a establecer nuevas relaciones, nuevas prácticas, nuevas formas de comunicación con nuestro entorno, nuevas formas de pensar la misma realidad. Caminamos hacia lo desconocido confiados en la promesa y en la fidelidad de Dios. Por Él y en Él, nos fuimos a descubrir nuevos horizontes. De la mano de Dios también salió Jesús de Nazaret y fue a bautizarse junto con todos los pecadores y pecadoras de su tiempo, que acudían a recibir el baño regenerador del bautismo de Juan.

Ver a Jesús dirigirse hacia lo desconocido, confiado solamente en la cercanía de su Padre Dios, nos anima a emprender también un camino nuevo cada día, con la confianza de que Dios nos acompañará y repetirá de nuevo lo que el mismo Jesús escuchó en el Jordán: “Este es mi hijo amado, a quien he elegido”.


Un saludo cordial.
 
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.
Decano Académico
Facultad de Teología
Pontificia Universidad Javeriana

domingo, 5 de enero de 2014

LA FRASE DE LA SEMANA

AQUÍ ESTA LA FRASE CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA

PARA VER EL EVANGELIO COMPLETO CLIC AQUÍ: Mt. 2, 1-12
SALUDOS.

(...) regresaron a su tierra por otro camino

La Epifanía del Señor – Ciclo A (Mateo 2, 1-12) 5 de enero de 2014
  
Había un ciego sentado en el camino, con una lata vacía a sus pies y un pedazo de cartón que decía: "Por favor ayúdeme, soy ciego". Un poeta que pasaba frente a él, se detuvo y vio unas pocas monedas dentro de la lata. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta y escribió otro anuncio.  Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies del ciego y siguió su camino. 
Por la tarde el poeta volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, y vio que su lata estaba llena de billetes y monedas.  El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él quien reescribió su cartel y sobre todo, qué había puesto. El poeta le contestó: “Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". Sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: "Hoy es primavera y no puedo verla".

Esta historia nos invita a reemprender el año nuevo por otro camino, como hicieron los sabios del Oriente de los que nos habla hoy la liturgia de la Palabra: “Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron: ‘–¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo. El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron: –En Belén de Judea (...)”.

Luego el rey Herodes informó de esto a los sabios del Oriente y los mandó a Belén para que averiguaran todo lo que pudieran acerca del niño, y les pidió que al regresar, le avisaran para ir él también a rendirle homenaje. Con las indicaciones del rey, los sabios llegaron al lugar donde estaba el niño. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y arrodillándose le rindieron homenaje. Le hicieron regalos y después, “advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”.

Después del encuentro con el Niño Jesús, nacido en un pesebre para nuestra salvación, no deberíamos regresar a nuestra tierra por el mismo camino por el que vinimos. Reemprender un camino nuevo es lo que debería caracterizar el comienzo del año. Y este cambio de estrategia, debería ser creativo, buscando alternativas desconocidas y nuevas para afrontar los retos que nos presenta la realidad en la que vivimos. La creatividad no está en decir o hacer cosas raras o extraordinarias, sino en saber decir y hacer lo mismo, con otras palabras, de manera que el resultado sea mejor. Por eso, digamos: "Hoy es primavera y no puedo verla".


Un saludo cordial.
 
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.
Decano Académico
Facultad de Teología
Pontificia Universidad Javeriana